Situada casi en el centro del continente, no tiene, por lo tanto, acceso al mar, pero cuenta con grandes e interesantes parques situados en el norte de su territorio, como Saint Floris, Barmingui, Bayanga y su gran joya, el Dzanga-Sangha, donde se pueden ver elefantes, gorilas y búfalos salvajes en total libertad, y de una forma muy poco usual. El río Ubangui, que al pasar la frontera pasa a llamarse Congo, es de una belleza increíble. Y la capital del país, Bangui, ofrece a los escasos viajeros que se animan a visitarlo uno de los atardeceres más hermosos y melancólicos que se pueden encontrar en toda África.
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